Foto Rebeca
Una de las principales fuentes para mis posts, lo constituye el diario Granma, no sólo por lo que dice, sino por cómo lo dice y por lo que deja de decir. Aunque algunas veces publica alguna que otra carta interesante, la sección Cartas a la dirección del pasado viernes no tiene desperdicio: o todo el que escribió es un agradecido del modelo, o sólo se publicó
este tipo de cartas.
Un lector, después de ponderar la existencia de dicha sección, y vincularla con los objetivos 70 y 71 de los lineamientos (no podían faltar), y además con el 16, sin aportar nada nuevo termina, a modo de consigna, con un señalamiento oficial: nuestro peor enemigo son nuestros propios errores.
Un colombófilo defiende la cría de palomas mensajeras y la de palomas buchonas y ornamentales, por lo miembros de las respectivas federación y asociación, y denuncia a los denominados palomeros, que se dedican al lucro con las mismas, y deja bien claro que la Federación Colombófila brinda su apoyo incondicional a la revolución. Pienso que en tal aseveración no esté incluida la opinión de las palomas.
Otro lector se queja de que en un poblado que visitó, desde hace tres meses existe carencia de agua, debido a la rotura del motor que la suministraba, y explica que todas las gestiones con las autoridades para su solución han resultado infructuosas. Denuncia que un particular la suministra por 50 pesos moneda nacional cada envío y agrega que, entiende que el bloqueo y el intenso trabajo de los dirigentes, etcétera, no ha permitido la solución del problema, y termina con la misma consigna anterior de que a esta revolución solamente la podemos destruir nosotros mismos.
Un exaltado, adarga en ristre, plantea que a cada enfermo debe informársele cuánto cuesta al Estado su tratamiento, olvidando que el Estado, con lo que deja de pagar a los ciudadanos con salarios de miseria, ya dispone de muchos más recursos financieros que los que eroga, tanto en los servicios de salud como en los de educación.
A pesar de lo reducida, la muestra demuestra cuán baja es aún la conciencia ciudadana, y cuánto hay que avanzar para poder tener una verdadera sociedad civil.