17 mayete libroYanelis Ramírez CruzLic. Yanelis Ramírez Cruz
La crisis económica y las nuevas condiciones internacionales en que se desenvuelve el mundo  han hecho irrevocable la necesidad de una seria y profunda modificación de las condiciones generales de producción e intercambio económico de nuestro
sistema comercial.
Los fundamentos globales del proceso de ajuste y reformas económicas, que no ha concluido todavía, parten de la asimilación crítica de las experiencias de otros países, especialmente China, Viet Nam y la antigua Unión Soviética, pero en lo fundamental su base de sustentación se afianza en el conocimiento crítico de las particularidades nacionales y de las características específicas del entorno geopolítico regional y mundial en que se desenvuelve el país.
Muchas han sido las transformaciones de nuestra reforma económica, entre ellas podemos mencionar la dolarización de la economía, la apertura a la inversión del capital extranjero, la reforma de la tenencia y explotación de la tierra, la ampliación al empleo por cuenta propia, la aplicación del llamado Perfeccionamiento Empresarial.
Todos estos cambios están respaldados legalmente pues el fundamento jurídico de esta reforma económica tuvo sus antecedentes en el Decreto 50 de febrero de 1982 y en la Reforma Constitucional de 1992. Posteriormente se concibieron normas más específicas como el Decreto Ley 141 sobre el ejercicio del  trabajo por cuenta propia, el decreto ley 174 del 97 referido a este mismo tema, la Ley 77 del 95 de inversión extranjera, los Decretos 281 y 252 referidos al Perfeccionamiento Empresarial entre otras legislaciones que si bien es cierto que legitiman todos estos cambios también muchas de ellas no cumplen con las exigencias que el nuevo modelo económico demanda.
A esto se puede sumar que las experiencias del antiguo sistema de dirección de la economía y de la planificación mediante los balances materiales no tienen mucho que aportar. Se carece además de experiencia suficiente en el manejo y técnicas del mercado, entre otras porque prácticamente no existió en la práctica nacional precedente. La mayoría de las empresas que operan en el mercado tanto interno como externo no son rentables, no son capaces de autofinanciarse y no saldan sus deudas comerciales lo que provoca gran inseguridad en el tráfico jurídico.
Nuestro sistema de Derecho Económico enfrenta una ardua labor, ya que debe establecer los fundamentos legales que estructuren en mejor medida la base de la economía y las relaciones comerciales que van emergiendo del continuo desarrollo económico mundial y al cual no debemos mantenernos ajenos.